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miércoles, agosto 29, 2007

Educar poco tiene que ver con las calificaciones

Entre los pleitos: una educación abandonada

Por: Axel Didriksson

28/08/07
Correo ciudadano, México,DF(Educación).- Durante la pasada semana, se llevó a cabo el seminario La Educación que Tenemos y la que Requerimos, organizado por El Colegio de México. Allí se ofreció un muy merecido homenaje al rector Juan Ramón de la Fuente y al maestro Pablo Latapí. En su discurso, el rector De la Fuente lanzó un dardo agudo y ardiente, al señalar que el desmantelamiento de la educación en el país ya no requería Estado alguno o que éste, palabras más o menos, anda como ausente.

Efectivamente, durante las últimas décadas, el deterioro y la crisis educativa se mantienen sin políticas de Estado que busquen sacarlos de este marasmo y de su anomia permanente. Ahora menos, cuando la nota diaria que hace referencia al sistema educativo es el de los pleitos en la SEP. Si hay algún destello, el tema preferido es el de las evaluaciones, que son como lluvia sobre mojado. No se ha conseguido entender que, con la ausencia de cambios pedagógicos, en la gestión de la escuela, en los docentes y en el currículo, no habrá mejoramiento alguno. De Perogrullo.

La falta de una política de Estado no se concentra sólo en la falta de un proyecto académico o específicamente educativo, sino transversal, que se relaciona con las distintas actividades económicas y también con la formación de una nueva ciudadanía. El hecho de educar tiene poco que ver, en realidad, con las calificaciones que obtienen los alumnos, sino más importante es aún la formación que consiguen en relación con la trayectoria integral de su vida, y aquí es en donde la cosa se vuelve verdaderamente lamentable.

En las escuelas no se están aprendiendo las capacidades y los conocimientos relativos al desarrollo del mundo actual, de las relacionadas con la producción masiva de conocimientos y su valor agregado, en nuevas áreas de la economía y de la sociedad, de gobierno y de la cultura ciudadana. Esto se expresa, por ejemplo, en el vínculo de los perfiles de egreso con las oportunidades de empleo y la movilidad ocupacional.

La falta de un crecimiento económico sostenido está haciendo disminuir las oportunidades de empleo en las personas que cuentan con educación media y superior (como media, 35% se encuentra en el desempleo). Están ingresando a la economía informal, al subempleo y cada vez más recurren a la emigración. La concentración de la mayoría de egresados en unas cuantas carreras no ayuda a romper esta dinámica que ya está volviéndose en extremo conflictiva. Efectivamente, los egresados de carreras de contaduría, administración, derecho, comunicación, técnicos en computación u otras ya saturadas, aún encuentran empleo, pero éste no les ofrece el nivel salarial que antes tenían las profesiones liberales. Los mejores sueldos se encuentran en las nuevas áreas del conocimiento y de los servicios.

Con una economía que crece lentamente y que se mantendrá en los límites de las crisis y de la dependencia de lo que ocurra en los mercados financieros y de guerra de Estados Unidos, sin que haya cambios de fondo en el sistema educativo en su conjunto, el país no podrá contar en el futuro inmediato con salidas favorables a una derrama económica de bienestar ni un mejoramiento de las condiciones de participación de la población en todos sus derechos. Seguimos sin proyecto educativo, ni de sociedad, a nivel nacional. Mientras tanto, continuaremos viendo hasta dónde llegan los pleitos que tanto favor le hacen a la educación, como usted comprenderá.

didrik@servidor.unam.mx

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